¿Sabes que existen falsos mitos sobre los quesos? En este artículo te explicamos cuáles son y el motivo por el que no es cierto lo que se dice sobre este alimento tan nutritivo. Los mitos en torno al queso han existido siempre a lo largo de la historia. No obstante, la mayoría de ellos son falsos.
¿Cuáles son los mitos?
Te vamos a explicar cuáles son los mitos más recurrentes sobre el queso y por qué son infundados con argumentos.
Aumento de peso
Comer queso y aumentar de peso es una de las leyendas más famosas. Este alimento contiene multitud de propiedades nutricionales, pero conviene consumirlo con moderación, tal y como ocurre con el resto de alimentos. De lo contrario, no será beneficioso para tu sistema saludable.
Nos gustaría destacar que los últimos estudios científicos y nutricionales han probado que las proteínas lácteas ejercen un efecto positivo sobre el control del peso corporal, con independencia de cuánto peses.
Aumenta el colesterol
Es otra de las leyendas falsas que circulan desde hace mucho tiempo. El queso no incide en el colesterol, ya que no guardan ninguna relación. Es más, reduce la tensión arterial, tal y como evidencian numerosos estudios médicos al respecto. Otras investigaciones han probado que consumir una cantidad moderada de queso ayuda a rebajar el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.
Minerales
Se cree que el queso carece de minerales y es totalmente falso. Esta afirmación no se ajusta en absoluto a la realidad. Es importante que tengas en cuenta que no todos los tipos tienen los mismos nutrientes y minerales, pero todos tienen algo en común y es la presencia de minerales.
Entre los más comunes podemos destacar el calcio, el fósforo, el manganeso y el potasio. Por ejemplo, el calcio resulta muy beneficioso para los huesos.
No apto para los intolerantes a la lactosa
Ser intolerante a lactosa y no comer queso es otra de las creencias extendidas más famosas. Ser intolerante a este tipo de azúcar no representa un riesgo al degustar queso. Muchos tipos de queso no contienen lactosa y, además, en el mercado ya existe una amplia variedad que prescinden de este azúcar durante el proceso de elaboración.
La corteza del queso no se come
Afirmar que la corteza del queso no se come es no tener ningún conocimiento sobre este alimento. Es más, en la práctica, la mayoría de las personas la cortan y no se la comen. Ahora bien, ¿se come o no?
Para responder a esta pregunta conviene atender al queso en cuestión, ya que en algunos tipos sí que se come y en otros no. Muchas variedades de queso tienen la corteza comestible y, además, es muy jugosa, puesto que mejora el sabor del producto. Se puede identificar de la siguiente forma:
- Si la corteza presenta un aspecto similar al del plástico (por ejemplo, parece brillante), no se debe comer.
- Si, por el contrario, es irregular, está arrugada y luce diferentes colores, sí es comestible.
Los quesos azules son muy intensos
Los quesos azules levantan verdaderas pasiones entre los amantes de este alimento. No obstante, se les suele tachar de la lista, porque se tiende a pensar que tienen un sabor muy intenso y, en consecuencia, no acabarán gustando a la mayoría de los comensales. Esta opinión sobre el queso azul tampoco es correcta y, desgraciadamente, está muy extendida.
Nos gustaría recalcar que en un mismo tipo de queso existen diferentes variantes. Lo mismo ocurre con el queso azul. Esto es, los hay suaves como, por ejemplo, el Gorgonzola Dolce.
El queso solo marida con vino tinto
Pensar que solo el queso marida con el vino tinto es un tópico y, a su vez, es una creencia obsoleta. Que la mayoría de maridajes se hagan con este tipo de vino no quiere decir que con el resto no sea posible.
Te recomendamos que recurras a este vino solo en el caso del queso suave y delicado. Puedes optar por el vino blanco con una tabla de quesos más fuertes y tendrás el éxito asegurado con tus invitados.
El moho es malo
El buen queso es un producto vivo. De hecho, desarrollará moho si se le da la oportunidad. No obstante, este moho en la mayoría de las veces nunca será insalubre para el consumidor. Al igual que la corteza, cambia el sabor, pero no supone ningún peligro para tu salud. Por ejemplo, una mancha de moho azul en el queso chédar es considerada una característica positiva, dado que confiere complejidad y profundidad al producto.
Como ves, los quesos atesoran infinidad de mitos (aumento de peso, la corteza no se puede comer, aumento de colesterol, etc.) que deben ser desmontados con los argumentos que te hemos facilitado en estas líneas. En Quesos Romero contamos con una amplia variedad de ellos para que puedas elegir el que más se adapte a tus gustos.