¿Se pueden congelar los quesos?
El mundo de los quesos es realmente apasionante. Más allá de la enorme cantidad de tipos, sabores y nuevas sensaciones que puedas experimentar al comer queso, existe una cierta tradición a su alrededor favorecida por su particular forma de producción y a los años y años de preparación y conocimiento acumulados sobre este alimento tan especial. Son muchas las personas que sienten verdadera pasión por el queso pero que tienen algunas dudas sobre ciertas prácticas, una de ellas es si existe la posibilidad de congelar el queso, y si al hacerlo perderá su sabor. En esta entrada darás respuesta a esta inquietud.
¿Se puede congelar el queso?
Es muy probable que nunca te hayas planteado la posibilidad de congelar el queso. Entre otras cosas, hablamos de un producto cuya conservación es sencilla y permite mantenerlo en buenas condiciones mucho tiempo. Sin embargo, es posible que dudes sobre la conveniencia de congelarlo, ya que todos sabemos que la composición y la fabricación del queso son algo particulares. De cualquier modo, te aclaramos que la respuesta es sí, pero como todo tiene sus matices y no está exento de expertos cuya opinión está muy lejos de recomendar congelar el queso.
En primer lugar, existe una innumerable cantidad de tipos de queso (frescos, curados, semicurados, etc.) que condiciona su congelación. En segundo lugar, es preciso conocer cómo congelarlo y cómo descongelarlo para afectar lo mínimo posible a su sabor y frescura.
Qué quesos se recomienda congelar y cuáles no
Uno de los aspectos que debes tener en cuenta es qué sucede durante el proceso de congelación. Los alimentos frescos contienen diferentes elementos como la grasa, el músculo y el agua que se equilibran haciendo que sus partículas sean más resistentes a las bajas temperaturas y a la descongelación.
En el caso del queso la clave de estos elementos la encontramos en el agua, y es que cuanta más agua contenga el queso peor quedará congelado. Por tanto, los quesos más frescos son los que peor aguantan esta congelación. Esto se debe a que la estructura se rompe y cuando vayas a descongelarlo perderás el agua en forma de suero. En este sentido, no se recomienda congelar los quesos frescos y, por el contrario, los semicurados son los que mejor aguantan.
Cómo congelar queso
Si ya te has decidido o no tienes otra opción para congelar el queso hay algunas maneras que harán que pierda la textura y el sabor que tanto lo caracterizan. Como ya hemos comentado, lo principal es que su estructura se rompa lo menos posible para que no pierda tanta agua. Para contener esta pérdida te aconsejamos cortarlo en rodajas. De este modo, no necesitarás partirlo a la hora de descongelarlo y, en consecuencia, su estructura se verá menos alterada.
A la hora de guardarlo en el congelador lo idóneo es envolverlo en papel de film o papel de plata y en una bolsa para congelador, ya que esquivarás una buena cantidad del oxígeno que propicia la oxidación de los alimentos.
Descongelar el queso, momento decisivo
Una de las claves de todos los alimentos que han sido congelados tiene lugar en el momento de descongelarlos, y es que la cadena de frio es importante al acometer este proceso. Como ya dijimos, lo mejor es conservarlo en rodajas, y a la hora de descongelarlo deberías respetar dicha cadena y dejarlo en la nevera unas horas para que se descongele poco a poco. La manera más progresiva de ir tomando temperatura es dejándolo en el cajón de las verduras, puesto que es la zona frigorífica de menos temperatura. Recuerda que es en este proceso donde puede recuperar la humedad que ha perdido al congelarse.
Quesos Romero
Ten presente que la mejor manera de aprovechar y degustar un queso es como siempre se ha hecho, de la manera más natural posible. Esto lo saben muy bien en Quesos Romero , una empresa familiar con más de un siglo a sus espaldas en la fabricación de quesos de oveja, que no han cambiado el proceso porque sigue siendo la mejor manera de producir y consumir queso.
Además, no solo elaboran los quesos con la mayor naturalidad posible, sino que los tratan y curan con sumo mimo, madurando algunos de ellos en aceite de oliva. Una técnica de la que fueron pioneros y cuyo éxito está asegurado hasta el día de hoy. Su ejemplo ilustra que, en ocasiones, no es necesario alterar o tratar de mejorar un producto cuando ya es ideal.
Si eres amante de los quesos, es posible que te haya resultado interesante conocer cómo y qué quesos congelar. Igualmente, sabrás que si en algo destacan los productos naturales y artesanales es, precisamente, en la sencillez con la que son elaborados y en los detalles que durante generaciones se han ido puliendo para dar con los productos de nuestra tierra más exquisitos, preparados con una pasión que no proporciona ningún ingrediente. ¿Podrás resistirte?