Si una tabla de quesos es tu aperitivo favorito, quizá deberías conocer algunos secretos que compartes con los que disfrutan de este alimento. ¿Te apetece conocer los cinco más destacados?
1. El queso debe cubrirse con un material poroso
Ni el papel de aluminio ni el papel film ni el plástico que envasa al vacío son adecuados. Es imprescindible usar un papel específico, o bien un papel encerado que permita que el queso transpire. Elige una zona de tu frigorífico que no sea húmeda. Si el tiempo lo permite, conserva el queso mejor en la quesera.
Es importante que no te olvides del queso entre toma y toma. Revísalo para comprobar que se mantiene seco. Si debes cambiar el papel que lo envuelve, hazlo cubriendo toda la superficie. Esta recomendación es también útil para el queso en manteca o en aceite.
2. Hay que sacar el queso de la nevera al menos 30 minutos antes de degustarlo
Lo habitual es sacarlo, cortarlo y comérselo, pero has de aguantar un poco las ganas. Los amantes del queso prefieren esperar a que el queso «sude» porque así aprecian mejor los matices salados. Además, aumenta el retrogusto nasal y la potencia a la hora de probarlo. Es el caso del queso al romero o al pimentón, y también del queso en aceite de distintas intensidades.
Ocurre lo mismo con el vino con el que vayas a maridar los quesos. Intenta que la temperatura del queso y el vino sea similar para evitar contrastes poco recomendables. Según el queso que vayas a tomar, así debe ser el vino. Que no empañe uno el sabor del otro.
3. Está terminantemente prohibido tirar restos de queso a la basura
Al cortar el queso, es habitual que queden algunos trozos o pequeños restos. No debes tirarlos. Consérvalos aparte y úsalos para una salsa, para ahorrarte comprar queso rallado o para darle una pincelada distinta a cualquier receta. ¿Te imaginas el crimen que supone desperdiciar unos gramos de un excelente queso a la manteca o de otro de oveja curado? Ni se te ocurra cometer semejante error.
Para aprovechar esos restos de distintos quesos, te damos la siguiente receta. Se convertirá en tu postre favorita:
- Ingredientes. Un vaso de yogur natural (usa el recipiente del yogur para el resto de los ingredientes), medio vaso de azúcar, un vaso de harina, un vaso de leche, un vaso de nata líquida, cuatro huevos, un sobre de levadura y tres cuartos de vaso de restos de queso.
- Preparación. Comienza batiendo el yogur con el azúcar e incorpora la leche y la nata. Añade los huevos, la levadura y la harina tamizada y ve moviéndolos continuamente para que no queden grumos. Agrega los restos de queso bien picados con el cuchillo, mezcla y hornea a 180 ºC durante 45 minutos.
Cuando desmoldes la preparación, deja que se enfríe durante una hora al menos. Te sorprenderá su intensidad y sorprenderás tú a tus comensales con una enorme facilidad.
4. Hay variedades y tipos de queso para cada persona
Es bastante habitual, entre los que disfrutan con el queso, comentar los gustos personales. Si bien todos tienen el mismo denominador común, los distintos tipos de queso están directamente conectados con la personalidad. Por tanto, habrá personas que preferirán comprar un surtido de cuñas; otras, el semicurado; y otras, el metido en aceite más potente. Lo importante es que, sea cual sea tu caso, tienes la opción de apreciar las características de cada variedad.
A ello contribuye el tipo de leche y el tiempo de maduración. También es posible que prefieras los quesos más blandos, los más recios o esos que se van rompiendo mientras los cortas. Cada quesero protagoniza su experiencia de una forma distinta. ¿Cuál es la tuya?
5. Curiosidades para los amantes del queso
Los historiadores sitúan el origen del queso en el 6000 antes de Cristo. En todo el mundo, hay más de 2000 variedades. La primera fábrica se abrió en el primer cuarto del siglo XIX en Suiza. Los nutricionistas aconsejan comer queso habitualmente dadas sus excelentes propiedades. El tiempo de maduración, los añadidos personalizados y las presentaciones han ido cambiando con los tiempos, pero el queso sigue siendo un producto artesanal que mantiene su esencia.
¿Te animas a disfrutar del queso?
Si es así, solo necesitas comenzar ya a conocer las variedades que prefieras y, también, las que incluyen un aderezo distinto. Pídete un surtido variado para probarlas. Convierte tu mesa en una oportunidad única para paladearlas.
Esperamos haber ampliado tus conocimientos sobre los quesos. Ahora, solo falta que vayas preparándote para cortar una tabla y que encuentres el momento justo para dejarte llevar por su sabor. Descubre una nueva manera de tomar un alimento saludable y perfecto para tu dieta. Encuentra tu tipo de queso favorito y sigue los consejos de los más queseros. Seguro que el próximo plato que tomes te sabrá mejor que nunca.