Los quesos han sido productos muy preciados por las diferentes civilizaciones que han ido poblando nuestro planeta durante miles de años. Los orígenes de este alimento son algo confusos, aunque hay textos escritos que documentan que ya existía hace unos seis milenios.
Una teoría muy aceptada defiende que el primer queso fue fabricado por accidente. Un comerciante árabe que se desplazaba a caballo para desempeñar sus labores llevaba un cantil lleno de leche de cabra para beber, y un día de mucho calor se produjo el «milagro».
Al final de su jornada, el hombre se dio cuenta de que la leche se había cuajado separándose en dos partes: una líquida, el suero, y otra más sólida. Se cree que el galope del caballo y las altas temperaturas hicieron el trabajo. En cualquier caso, en esta entrada vamos a centrarnos en contarte algunas curiosidades del queso en la Antigua Grecia, donde llegó a tener gran protagonismo en numerosas recetas y postres.
Características de los quesos en la civilización helena
¿Sabías que este producto estaba estrechamente ligado a la divinidad en la civilización helena? La mitología griega cuenta que fue Aristeo, hijo de Apolo y uno de sus dioses menores, quien aprendió a cuajar la leche para obtener el queso de la mano de las ninfas-mirto.
Éste, a su vez, mostró dicho arte a los humanos, quienes debían ofrecerlo a las principales deidades en señal de agradecimiento. Tal vez sea este el motivo por el cual los lácteos eran muy apreciados en la Antigua Grecia.
De hecho, el queso era uno de los básicos en su alimentación. Se fabricaba a base de leche de cabra o de oveja y el resultado era muy parecido a lo que hoy conocemos como cottage, que tiene un sabor muy suave y es poco compacto. El fresco era más valorado y se vendía dos tercios más caro.
Los principales tipos de quesos
La literatura clásica describe que los principales tipos de quesos que se producían eran, como ya te hemos anticipado, los más rudimentarios que procedían de la cabra o de la oveja. En la Odisea, Homero explica cómo el cíclope Polifemo elaboraba en su cueva este producto con la leche de estos animales. Ulises, en su encuentro con este gigante de un solo ojo, fue quien descubrió su tesoro.
Otra razón por la cual el queso pasó a ser conocido como el alimento de los dioses. De ahí que, pese a convertirse en un complemento básico de su dieta, en la gastronomía griega fuese considerado como un artículo de lujo. Además de los frescos, era bastante común también fabricar quesos mezclando la leche de la cabra con la de la oveja.
Métodos de elaboración y otras curiosidades del queso en la Antigua Grecia
El queso se elaboraba siempre muy cerca del lugar en el que eran ordeñadas las reses, para evitar de este modo que tuviera que ser transportado. Debes tener en cuenta que la leche es un producto perecedero y que en aquella época no existían las técnicas de conservación actuales.
Su fabricación se llevaba a cabo con medios rudimentarios. Era suficiente con disponer de recipientes donde calentar la leche, el cuajo del estómago del cochinillo y otros animales, coladores para escurrir el suero de la leche que quedaba cuajada y moldes para el prensado y curado. En algunos casos se utilizaba la savia de la higuera para su preparación.
En su Estudio de los Animales, Aristóteles ya desvelaba estas y otras curiosidades del queso así como diferentes asuntos relacionados con la ganadería, que desde la Antigua Grecia viene siendo una de las principales actividades para su subsistencia.
Grecia y sus famosos quesos en la actualidad
Los griegos de aquella época, de hecho, ya inventaron un particular sistema de denominación de origen. Siracusa o Sicilia, por entonces grandes centros culturales de esta civilización clásica (aunque ahora pertenecen a Italia) ya eran conocidas por sus especialidades.
Una tradición que ha perdurado puesto que, en la actualidad, Grecia sigue siendo uno de los principales productores de este lácteo y sus distintas variedades son famosas y muy consumidas en todo el mundo. Se estima que en su territorio hay más de 20 millones de cabras y ovejas cuya leche se emplea para este fin.
El queso feta es uno de los más antiguos y más conocidos de este país. También debemos hacer especial mención a otros como el mizithra, kaseri, haloumi, kefalograviera, kefalotiri, ladotyri, manouri, anthotiros, telemes, metsovone o graviera agrafon.
Los antiguos griegos utilizaban el queso para hacer pasteles y otras muchas recetas (entre ellas el pescado), y también lo mezclaban con harina, miel, legumbres, aceite, pasas y almendras.
Si has llegado hasta aquí, seguramente te apetezca degustar una exquisita cata de queso. Por eso, queremos cerrar este articulo proponiéndote que pruebes algunas de las variedades que encontrarás en Quesos Romero, como el queso semi curado, el queso al pimentón o nuestro surtido de cuñas. ¡Disfrútalos al máximo!