El queso manchego es uno de los mejores placeres que tiene España en cuanto a gastronomía se refiere. Un producto que traspasa fronteras gracias a su calidad y sabor y que hace las delicias de personas de todo el mundo. Eso sí, para apreciar todo su sabor, es importante cortarlo y presentarlo de la manera adecuada. ¿No sabes cómo? Te lo contamos.
Importancia del corte del queso
Presentar un manchego de la forma correcta es fundamental para degustar mejor este excelente alimento. Al ser un queso de sabor potente, es mejor que optes por cortarlo en láminas no excesivamente grandes, ni con demasiado grosor. Si es un manchego semicurado, te recomendamos láminas algo más gruesas para disfrutar al máximo de su sabor a leche.
Por otro lado, también es aconsejable que, cuando lo cortes, no elimines la corteza por completo. De esta manera, el comensal podrá paladear sus diferentes matices. Y es que la parte cercana a la corteza tiene un sabor diferente al centro y al extremo del queso.
Por último, pero no menos importante, elige un cuchillo de precisión que permita un buen corte del producto. Si no eres demasiado hábil con esta tarea, puedes escoger uno especialmente diseñado para este propósito. Apoya el queso sobre una tabla y ayúdate de ambas manos para que el corte te quede perfecto. No olvides que el aspecto visual también es relevante para disfrutar de un manchego como se merece.
Diferentes cortes para cada tipo de queso manchego
En función del tipo de queso, es más aconsejable que optes por un tipo de corte u otro. En forma de triángulo siempre suele ser una buena alternativa, ya que nos permite apreciar los diferentes sabores que tiene el manchego, desde arriba hasta abajo. Prueba a hacer este tipo de corte, por ejemplo, con el queso La Abuela Paz, de Romero.
Por otro lado, si te decantas por un queso manchego intenso, como el queso de oveja curado Romero, puedes cortarlo en trocitos muy pequeños, en lascas o en bastoncitos muy finos. Así disfrutarás de él sin que llegue a resultar demasiado fuerte para el paladar no habituado.
¿Y el corte en dados? Nosotros no te lo recomendamos para el queso manchego, ya que no te permitirá degustar todos los sabores de este producto.
Cómo presentar tu tabla de quesos
A la hora de presentar una tabla de quesos de la variedad de los manchegos, es muy importante que tengas en cuenta unas reglas básicas.
Lo primero que has de saber es que, para saborear un manchego en plenas condiciones, se debe servir a temperatura ambiente. Para ello, recuerda sacarlo al menos media hora antes del frigorífico.
Si vas a presentar quesos de diferente curación y, por lo tanto, unos más intensos en sabor que otros, empieza la tabla con los quesos más suaves para ir añadiendo intensidad al paladar.
Para hacer la tabla más atractiva a la vista y al gusto, puedes incorporar frutos secos. Las almendras fritas o las nueces combinan muy bien con todo tipo de manchegos. Además, las frutas deshidratadas, como, por ejemplo, las pasas, las ciruelas pasas o los dátiles, contrastan muy bien con ellos. La mezcla de dulce y salado resulta toda una delicia. También puedes añadir alguna mermelada o compota de membrillo casera.
Asimismo, puedes acompañar la tabla con frutas frescas, como las uvas, las peras o las manzanas. No cortes trozos excesivamente grandes o gruesos que enmascaren en exceso el sabor del queso.
Otra opción muy saludable es servir los quesos con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. No olvides que en Quesos Romero puedes encontrar variedades ya curadas en aceite.
Si eliges manchegos con sabores a romero o a pimentón, como nuestros Quesos Romero, preséntalos solos, sin ningún añadido más para apreciar así plenamente su sabor.
Por otro lado, concédele también importancia al pan. Puedes presentarlo junto al queso en la misma tabla o aparte. Elige panes de pueblo, multicereales, rosquillas, picos con sabor a ajonjolí…
En cuanto a la forma de presentarlos, tienes un gran número de alternativas. Desde el clásico abanico de queso en triangulitos, que siempre funciona, hasta colocados de pie (en forma de columnas) o triángulos unidos de dos en dos.
Por último, te hablamos de la tabla de presentación. Aunque, pueda parecerte una tontería, este factor puede variar el sabor del queso. Asegúrate de que está bien limpia. Y, en el caso de apostar por una de madera, escoge una que no pueda transmitir al producto un sabor añejo o a madera que pueda estropear su sabor.
Como has podido comprobar en este artículo, la forma en que cortes y presentes el queso manchego es un aspecto clave para disfrutar plenamente de su degustación. ¿Quieres los mejores manchegos? Encuéntralos en Quesos Romero a un simple clic de ratón.